Lindo. Al ver las piedras y el mar siento deseos de ver como las olas traen pequeños cangrejos que llegan, y al retirarse el agua se esconden corriendo debajo de las piedras. Y sentarme en alguna roca más grande a observar el mar y como va acabando la tarde, y cerrar los ojos, sentir la brisa, aspirar el aroma a sal y a mar. Y sentir la inmensidad y la expansión del océano en todo su esplendor. Ya ves querido duende que mi mente necesita poco para echar a volar, despego de la realidad que me rodea con una facilidad increible. Algunas veces lo que me cuesta es recordar donde realmente estoy. Un fuerte abrazo.
4 comentarios:
Lindo.
Al ver las piedras y el mar siento deseos de ver como las olas traen pequeños cangrejos que llegan, y al retirarse el agua se esconden corriendo debajo de las piedras.
Y sentarme en alguna roca más grande a observar el mar y como va acabando la tarde, y cerrar los ojos, sentir la brisa, aspirar el aroma a sal y a mar. Y sentir la inmensidad y la expansión del océano en todo su esplendor.
Ya ves querido duende que mi mente necesita poco para echar a volar, despego de la realidad que me rodea con una facilidad increible. Algunas veces lo que me cuesta es recordar donde realmente estoy.
Un fuerte abrazo.
Ya veo, Anjali, que con poco abres tus alas para volar por la inmensidad del planeta. Da gusto leerte, jajajajaja,....
Un abrazo mágico, con mucho cariño.
Mojarse los pies en esta agua y mirar al horizonte con ganas y esperanza...
Me gusta la foto, me gusta el blanco y negro
Un abrazo grande
En este rincón también hay que rendir homenaje al clásico blanco y negro, porque es un estilo inmortal.
Un abrazo tierno, Pluvisca.
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